Charles Leclerc consigue la segunda pole consecutiva, Hamilton reaparecé para acabar 2º por delante de Verstappen y la bandera roja arruina el tiempo de Sainz, que saldrá 5º. Alonso acabó 9º.
La F1 llegaba a Bakú con cambio de líder en el Campeonato tras la victoria de Max Verstappen en Mónaco. El holandés venía con altas opciones de lograr la pole pero, tras unos libres que dejaron más dudas que certezas, llegaba una clasificación en la que varios optaban al primer puesto de la parrilla.
Segunda consecutiva de Leclerc.
Charles Leclerc logró la pole en su primer intento de la Q3 aprovechando un gran rebufo de Lewis Hamilton. El monegasco, que logró también la primera posición en Mónaco (aunque tras su accidente no pudo correr el domingo), consiguió la primera posición por novena vez en su carrera y tendrá la oportunidad de pelear por el podio mañana. Justo detrás saldrá un sorprendente Hamilton.
El británico, tras unos libres en los que se encontró muy incómodo, pareció dar con la tecla y mejorar sus tiempos para hacerlos competitivos. Además, aprovechó el rebufo de Bottas para superar a un Verstappen que se conformará con salir tercero. El de Red Bull se mostró enfadado, ya que no pudo exprimir su monoplaza para hacerse con la pole del piloto de Ferrari.
La bandera roja perjudicó a los españoles.
En el último intento para todos en la Q3, un accidente de Yuki Tsunoda provocó la bandera roja que detuvo la sesión y dejó sin segundo intento a la mayoría de pilotos. Si esto benefició a Leclerc, Hamilton o Gasly, perjudicó, y mucho, a Verstappen, Sainz, Norris o Fernando. El madrileño de Ferrari vivió insitu el accidente de japonés y, para evitar el toque, tuvo el su propio incidente aunque, ya con bandera roja, no salió perjudicado y partirá mañana 5º.
Fernando Alonso tuvo que conformarse con la 9ª plaza, a pesar de que tenía un buen ritmo para lograr un tiempo mejor. Sin embargo, se vio beneficiado por la bandera roja en Q2 de Ricciardo y logró superar a su compañero Esteban Ocon, que consiguió el 12º mejor tiempo.
Russell volvió a hacer magia.
Una vez más fue la nota positiva de los de abajo. Sus mecánicos consiguieron poner a punto el coche tras el fallo en los Libres 3 y, aprovechando la bandera roja de Stroll, dejaron el Williams a tono para la clasificación. El británico volvió a superar a su compañero colándose en la Q2.
En la otra cara de la moneda estuvieron el propio Stroll, Giovinazzi, Ricciardo (estos tres, con accidentes, no pudieron cumplir objetivos) o Vettel, que se vio perjudicado al igual que Ocon por el accidente del australiano de McLaren en Q2.
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